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VOLVER A LA NORMALIDAD DIGITAL DESPUÉS DE LOS EXCESOS

Llego la hora de la verdad y debemos comenzar a realizar un esfuerzo consciente para que la tecnología no siga “ganando enteros” en nuestro hogar.

Si quedaba alguna pequeña duda que internet iba a cambiar el mundo, en estos últimos meses todos somos conscientes de que lo ha hecho y mucho más de lo que pensábamos. No sólo en nuestro uso en términos personales sino en términos profesionales, hasta tal punto que ha hecho replantearse a la pequeña, mediana y gran empresa el modo de llevar a cabo su negocio. Esta es una de esas circunstancias en las que se dice “no hay mal que por bien no venga” porque ya se estaban realizando cambios en los diferentes modelos de negocios, se veía la necesidad de optimizar recursos y “esta situación imprevista” ha hecho que se aceleren e incluso algunos de esos cambios que se querían realizar, pero daba respeto hacerlo y no se acababa de dar el paso, como es el teletrabajo, en una magnitud que nadie se imaginaba.

Desde que comenzó el estado de alarma no hemos hecho más que escuchar las ventajas y desventajas del teletrabajo. Nuestros hijos e hijas en términos generales han conectado con sus clases on line, los centros que estaban preparados lo hicieron desde el primer día y los otros han ido haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a las circunstancias. Los más pequeños de la casa han sobrevivido como han podido con más conexiones a los dispositivos móviles de las que los padres y madres les hubiese gustado. Ha sido todo un encaje de bolillos para poder compaginar el teletrabajo con recepción de las clases, trabajos y realización de materias de nuestros hijos e hijas.

No cabe duda que la conexión tecnológica ha facilitado la experiencia vivida, en términos generales, y ha permitido poder seguir trabajando, estudiando, realizar ejercicio, comunicarnos de manera visual con la familia y amigos, etc… pero todo ello ha hecho que desarrollemos unos “nuevos hábitos” que nos han permitido realizar rutinas inimaginables y ahora que poco a poco estamos volviendo a la nueva realidad seguimos conectados de una manera excesiva.

Hemos descubierto y sobre todo hemos experimentado muchas de las ventajas que tiene la conexión tecnológica, ahora debemos quedarnos con todo lo que hemos aprendido y poner en orden el uso de ella sin que nos lleve por delante. Con esto queremos decir, que tenemos que ser conscientes, analizar que hábitos tenemos cada uno, cuales nuestros hijos e hijas e ir realizando una desescalada.

Nuestros hijos e hijas ya han terminado las clases on line, poco a poco estamos teniendo opciones para que realicen actividades fuera de casa y sobre todo pueden moverse y necesitan moverse, pero ellos no lo saben, no son conscientes de que lo deben de hacer.

Ahí estamos las familias para establecer planes que lo permitan, bien familiares para hacerlos todos juntos o bien programar o establecer unos para ellos. Todos necesitamos recuperar hábitos que ya teníamos y nos permitían tener el equilibrio que necesita el cuerpo humano llevando a cabo una buena alimentación, horario de sueño y oportunidades para realizar ejercicio.

Para todo esto necesitamos tirar de la mayor herramienta que tiene el ser humano para realizar los cambios que queramos, el ESFUERZO, para adquirir VOLUNTAD. Obtener malos hábitos cuesta menos que obtener los buenos. Los adquiriremos no pasa nada y menos si son por unas circunstancias especiales, pero una vez “pasado el chaparrón” nos ponemos a la obra para quedarnos con lo bueno sumándolo a nuestras costumbres y vamos desechando lo menos bueno para que no nos arrastre.

¿Cómo podemos llevar a cabo esta desescalada digital familiar?

  • Realizando un análisis lo más objetivo y real de nuestro uso de la tecnología: cuanto tiempo; para que la utilizamos; en qué momento.
  • Establecer unos criterios de uso para cada franja de edad de cada miembro de la familia.
  • El uso de los dispositivos para el ocio de nuestros hijos e hijas sería conveniente realizar con los más mayores un “horario” de su uso. Aquí se podría diferenciar el uso del móvil, las videoconsolas y la pantalla. En el caso del primero establecer unos criterios como no utilizarlo en las comidas, cuando se esté hablando con los demás y marcar una hora de desconexión cuando llegamos a casa para estar con la familia y no con los del exterior. Para el uso las video consolas y pantallas establecer criterios como no utilizarlas entre semana, sólo por las tardes, el fin de semana horario más flexible siempre y cuando se hayan hecho las obligaciones de cada uno.
  • Son ellos los que deben realizar el control sobre ellos mismos, los padres y madres se lo podemos sugerir y acompañar. Hay una serie de aplicaciones que ayudan a comprender el uso que cada uno da a su móvil. Con ellas pueden programar horarios durante los que quieren que el teléfono no emita ninguna notificación, restringir el acceso a las aplicaciones que consideren que les hace perder el tiempo, etc…
  • Con los medianos y pequeños es el momento de que nosotros establezcamos el horario porque en esta etapa es cuando comienzan a realizar el entrenamiento de su uso y es muy importante que lo hagan bien.
  • Lo último y no menos importante que los padres y madres seamos un buen modelo del uso de la tecnología. Podemos decir mucho, pero si no hacemos no tendrá resultado

Publicado en www.compartirenfamilia.com

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